Un Refugio en las Palabras: Sin más

jueves, 25 de febrero de 2010

Sin más

Se levanto con cuidado para no hacer ruido. Le acarició el pelo y sonriendo se retiro sin dejar de mirarla hasta que un golpe con el pico de la mesilla de noche le borró la sonrisa ñoña que dibujaba:

-Su Puta madr….- gruño entre dientes y casi susurrando.

Se fue cojeando frotándose el muslo justo donde se había clavado la esquina infernal hasta que llegó a la cocina y se puso a examinar detenidamente cada armario. En los últimos tres meses, el número de visitas al piso de Lucía había crecido exponencialmente respecto a las dos primeras semanas desde que se conocieron, pero aún desconocía la distribución de sus armarios, y no es que Lucía fuera muy organizada que digamos.

Eran las 6:30 de la mañana y Jaime tomó una decisión salomónica. Se vistió en el baño, hizo algo parecido a peinarse con la mano humedecida y se fue a la panadería mas cercana. Entró directamente al Horno:

- Perdone… tiene un segundo.

Una señora con el pelo encerrado bajo un gorro de panadero perfectamente acoplado y enganchado con dos ganchitos al pelo le sonrió y se acercó a él.

-Dime, que te hace falta
-Algo bueno para desayunar, si puede ser- contesto Jaime risueño y en tono casi cómico.
- Unos croissant? Les quedan 5 minutos.
- Perfecto, pues sepáreme media docena y me pone dos bocadillitos de esos que tienen tan buena pinta. Yo voy a fumarme un pitillo para hacer tiempo.

Salió a la puerta, se lió un pitillo y miró con miedo hacia la ventana de la habitación de Lucía que daba justo a esa acera. La luz seguía apagada.
A 20 metros de la panadería había un parque con bancos y zonas de juego para críos rodeado por parcelitas ajardinadas. Se acercó y arranco una rosa, no sin pincharse unas cuantas veces y volvió a la puerta de la panadería. La ventana seguía sin luz.

A los 10 minutos, la amable señora salió con una bolsa humeante. Jaime le pagó y volvió a subir al piso. Eran las 6:45 de la mañana.

Exprimió 3 naranjas con un exprimidor de plástico que, en algún momento de su existencia había sido amarillo y lo vertió todo en un vaso grabado por dibujos de Kukuxumusu que Lucía había “cogido prestado” de casa de sus padres.
Cortó por la mitad los panecillos y los untó con un poquito de mantequilla que se iba derritiendo mientras el cuchillo patinaba sobre la superficie. Uno lo completó con mermelada de fresa, y el otro con mermelada de melocotón. El se puso dos sencillas tostadas con aceite.

Puso los croissants en un plato cortados en 3 trozos uniformes. Transcurridos 10 minutos y tras 5 o 6 cambios en la bandeja, puso la rosa en un vaso de tubo que encontró en un armario y se dijo así mismo.

-Vamos p’alla.

Dejó la bandeja en el suelo con sumo cuidado, se acercó a Lucía y empezó a besarla suavemente en la mejilla. Besos cortos, casi sin rozarla, simplemente acariciando su piel con los labios. Ella reaccionó refunfuñando como una niña y desperezándose mientras se frotaba los ojos.

- Que hora es??
- Las siete y diez- contesto Jaime mientras le acariciaba la mejilla con el torso de la mano.
- Las siete y 10?? Estas flipao? No hace ni 4 horas que nos hemos dormido.
- Ya, ya lo se, ahora te dejo seguir durmiendo.
- Calla, calla, yo voy a seguir durmiendo ya, no seas cansino.
- Espera un segundo porfí- suplicó Jaime en tono casi infantil.

Se agachó, cogió la bandeja y se la puso delante a Lucia…

- Desayuna y seguimos durmiendo.

Jaime no supo interpretar muy bien la mueca de Lucía, pero fuera como fuere, no se parecía en lo absoluto a lo que él había imaginado.
Ella le dio las gracias como si fuera un pasajero que le acababa de ceder el sitio en el autobús y empezó a desayunar.
- Es todo para mi? Come algo hombre- le invitó
- No, no, es tu desayuno, ya me lo devolverás

Lucía apartó la bandeja y se sentó en la cama frente a Jaime.

- Esto se ha acabado- dijo sin más

Jaime no habló, le dio un beso en la mejilla, cogió el paquete de tabaco y las llaves del coche de la mesa del salón y se dirigió a la puerta.

- Comete los croissants, están recién hechos- dijo con tono dulce.

Lucía le sonrió y asintió con la cabeza. Cuando Jaime cerró la puerta se termino los croissants, colocó el vaso con la rosa en la mesilla de noche y se volvió a dormir.

Jaime se lió un pitillo y subió en el coche. Aun lo tenía a la mitad cuando llegó a casa. Se quitó la ropa, se recostó en la cama para apurar las últimas caladas y se durmió. Eran las 7:45 de la mañana y en el equipo de música sonaba “De haberlo sabido” de Quique Gonzalez.

7 comentarios:

Lorena dijo...

Conozco bien la sensación de que te tiren a la cara lo que has preparado con todo tu amor...

Hay personas que no nos merecen, Ger ;)

German dijo...

Yo no se si me merecen o no. Pero es curioso que hay personas que cuanto mejos las tratas, mas se alejan. como si tubieran miedo a estar a gusto con alguien. En fín, ya aparecerá alguna que le guste desayunar en la cama después de un polvo y que entienda que ese gesto no implica una promesa de amor eterno. Un besazo guapa, y en tu caso, es dificil que te merezcan por que vales mucho, Bombonaco!!. Un beso niña

Anónimo dijo...

Upssss, yo quizás actuaría igual que la chica del relato, me hubiera agobiado, sobre todo si no quiero nada serio con nadie, hay que saber con quien se puede actuar de esa forma y con quien no.

No creo que se debe juzgar a la gente, diciendo "no te merece", porque no se actue como tu hubieras querido, gracias a dios todos somos libres.

German dijo...

Estamos de acuerdo "anonimo" en que no hay que juzgar a nadie porque no actuo como hubieramos esperado. Pero un gesto como ese no implica una petición de matrimonio ni muchisimo menos. No hay que agobiarse porque tengan detalles, estaría bien que los valorarais en su medida. un detalle no es una muestra de amor eterno, es solo una prueba de agradecimiento hacia alguien con quien estas a gusto.

ALBA MARTINEZ dijo...

Of course,Germán!! Hoy en dia es que parece ser lo normal tratar "a patadas" a alguien que te interesa, aunque uno mismo no quiera reconocerlo así!!!! Enseguida se agobia la gente cuando se tiene un detalle, un gesto, un abrazo, una caricia, sin más!! repito,sin más!! Macho, cada vez nos parecemos más a las máquinas de nuestra era de la tecnologia!!

Germanzote, tú no cambies!!esas cosas nos hace distintos!! Si alguien no lo aprecia, sin entrar a hacer valoraciones estúpidas, ellos/as se lo pierden!!Será que no "nos" merecen

Un placer leerte de nuevo!:))

Unknown dijo...

Gracias mi niña. Tienes toda la razón del mundo y tranquila que no pienso cambiar.
Estoy orgulloso de ser como soy, sobre todo porque gracias a eso tengo en mi vida a gente como vosotros.
Un besazo!!!

Lola Niveiro Advising&Personal Shopper dijo...

real como la vida misma, tan real, que puedo recordar algo casi parecido...a veces no hacer nada significa mucho más que hacerlo todo, todo por alguien, que solo piensa en "seguir durmiendo"...
me ha encantado

Lola