martes, 16 de febrero de 2010
Carta la guardiana de las noches.
Buenos días Luna,
Si, Si, buenos días. No te has vuelto loca ni te han cambiado las caras. He sido yo que tengo al Sol maniatado en un sótano donde no le llega ni un brillo de sí mismo.
Te he contratado a jornada completa para que ese bastardo no vuelva a despertarme de mis sueños y para poder observarte durante días sin que tu ausencia me obligue a volver entre sabanas.
Quiero seguir con caricias de manos que ni rozan mi piel y que tus uñas marquen mi espalda sin clavarse, que solo se clave en ti mi mirada mientras te observo en mi cuarto, creciente al ir haciéndote menguante.
Te he liberado de horarios para poder disfrutar a menudo de una luna nueva que mirar. Te quiero a ti y aquí Luna, llena de nuevas caras que compartan conmigo las noches sin fin que ahora gobiernas.
Te voy a dejar, de momento, voy a darle un poco de calor a mi rehén que debe sentirse solo y estar muerto de frío. Con tu permiso, voy a darle la oportunidad de eclipsar por un momento tu Luz, abriéndole la ventana para que pueda estirar los rayos. No es bueno permanecer mucho tiempo si ver la luz del sol, así que supongo que tendré que bajarle un espejo y dejarlo en un rincón para que no le falte pero tampoco se queme de tanto observarse.
Un abrazo querida, y ya sabes, si quieres descansar solo tienes que pedírmelo y devolveré el día por un instante, solo para poder seguir observándote.
P.D. He oído cuchichear a las estrellas mientras parpadean y correr el rumor de que estoy loco. No les hagas caso, tú sabes que te amo, pero te comparto con el mar. Por eso en cuanto pueda iré a verle y ambos te observaremos, él desde su inmensidad y yo desde su orilla.
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German
Receta:
improvisado,
luna
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1 comentario:
la luna hace que te enamores, pero el sol te despierta y te muestra la verdad. amo a la luna!
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