Se había derramado hasta la última gota de lluvia sobre el lugar; los bosques eran improvisados lagos de barro por los que navegaban las ruinas de las tiendas de campaña que habían intentado proteger a sus dueños pero habían perdido la batalla contra el tiempo. Nadie sabe a que hora cesó la lluvia pero yo si sé a que hora se despertó el sol.
Creía que no iba a poder verle en todo el fin de semana, que se había tomado el puente para descansar y coger fuerzas para el verano, ya no contaba con el pero cuando ya lo daba por perdido un hilito de luz atravesó la ventana de la furgoneta; aparto la bandera que nos hacía de cortina y fue a parar justo en mi cara:
Yo-con lo que has tardado compañero, y que manera mas jodida de saludar
El Sol- lo hago por ti (me susurro Lorenzo al oído) aunque te suene raro te estoy despertando para que cumplas un sueño
Yo- Amigo, has pasado demasiado tiempo viendo las espaldas de las nubes, porque lo que dices no tiene sentido. Los sueños se viven dormido y mueren contigo o es que aun no lo sabes viejo zorro?
El Sol- No me des lecciones sobre los sueños y sus circunstancias. Se de sobra que suelen aparecer cuando yo me voy a dormir, por eso yo no sueño, pero lo que te estoy ofreciendo es poder hacer uno de tus sueños realidad estando despierto.
Yo- Que dices compadre? que sueño? me estas liando? vuelve al agujero del que hayas salido y déjame seguir durmiendo, que anoche estuvimos aquí bebiendo birras y sin parar de reír y hoy es mi último día; tengo que aprovechar al máximo hoy que tu estas por aquí y tu amiga la lluvia se ha ido de cañas con el viento. Déjame dormir que este fin de semana esta siendo perfecto y no hay sueño que pueda superarlo. Vete
El Sol- estas seguro tipo listo? por que no te reincorporas y miras a tu espalda?
Y entonces lo supe, el tenía razón, allí estabas los ojos cerrados, las manos juntas debajo de la cara emulando el gesto que se le hace a los bebes para que se vallan a dormir; durmiendo como el ángel que eres, aún mas guapa que cuando te observaba dormir en mis sueños; me quede mudo, un escalofrió recorría mi cuerpo, aquello era cierto o estaba volviendo a soñar como tantas veces que había despertado a tu lado??. Me pellizque, si, era cierto, estabas allí, en una improvisada cama dentro de una furgoneta que no era mía, con otra persona mas al lado durmiendo con nosotros, en una situación totalmente distinta a la de mis sueños, pero estabas allí y . juro por mi vida que estabas lo mas radiante que te he imaginado nunca.
Mil gracias le di al sol por despertarme para poder disfrutar de aquello, tapé la ventana un poco más para que le luz no te despertara a ti, ni a mi de aquel sueño despierto, me puse lo mas cómodo que pude en aquel minúsculo habitáculo y me quede allí, apoyado en la puerta, con medio cuerpo en el maldito hueco que quedaba en el borde del colchón y... simplemente.... te miré. Te observé durante casi 3 cuartos de hora, estudiando cada milímetro de tu rostro, sonriendo con cada leve movimiento que hacías con tus labios, con las manos, cada gesto se me metía en el alma y me llenaba como cada una de tus sonrisas, intente no llorar, lo conseguí; intenté no dejar de mirarte, lo conseguí; intente no tocarte, pero no pude, deslicé mi mano por tu mejilla con la suavidad suficiente para no despertarte; aparte un mechón de tu pelo que se acercaba sigilosamente a tus labios, y estuve a punto de cogerte de la mano pero te hacían de almohada y no quería interrumpir tu sueño, ni el mío.
La gente pasaba por al lado de la "furgosendo" berreando, riendo, soltando barbaridades y cada uno que pasaba era victima de una maldición exclamada en voz baja por mi cuerpo casi entumecido de la postura que había cogido. No quería que nada rompiera ese momento, estaba allí, quieto, acordándome de porque te quiero tanto, corroborando que eres la criatura mas maravillosa que he conocido en mi vida, mirando de vez en cuando a Pedrito para que no me pillara en aquella situación y hacerme el dormido si el se despertaba, aunque la verdad, ya estaba medio dormido porque aquello era un sueño. El tiempo pasó volando, y los minutos hicieron a Lorenzo cada vez más fuerte, tu te giraste, seguramente por la molestia que te causo un saludito inoportuno de mi astro amigo; aún celoso porque antes vestía a la luna con versos y a el lo maldecía por despertarme de los sueños en los que te miraba dormir, que ahora se han hecho realidad; por los sueños en los que dormía a tu lado, que en parte también ha sucedido; por despertarme de los sueños en lo que mirándote a los ojos te decía que te quería y tu me respondías con un beso, esos que nunca se harán realidad.
Mientras veía como te revolvías para poder hacerte un hueco entre pedro y el minúsculo trozo del colchón que mi cuerpo había dejado libre, miré hacia la ventana y me di cuenta de que mi cara dibujaba una de las sonrisas mas sentidas que he visto en mi rostro jamás, volví a mirar hacia delante y tu ya habías cogido la postura para seguir durmiendo; por mi mente pasó por un segundo la idea de acercarme y besarte pero la sensatez frenó al deseo y simplemente le di un beso al aire y fue el quien lo empujo hacia tu mejilla la que guarda ese lunar que desde ese día es la única imagen que se deja ver en la oscuridad de mis ojos cerrados.
Volví a acostarme en mi hueco, juntando mi espalda con la tuya, cerré los ojos y me puse bajo la cara la mano que había rozado tu mejilla; no había olor, ni sabor, ni nada significativo, solo era mi mano, pero en aquel momento era lo mas parecido a dormir abrazado a ti.
A día de hoy sigues sin ser consciente de que aquello sucedió, no tienes ni idea de lo que me hiciste sentir aquella mañana . Pero incluso hoy, después de tanto tiempo y a pesar de haberte apartado de mi vida, sigo pensando que aquel fue el momento mas intenso que hemos vivido. Aunque solo fue un sueño del que ya desperté.
"Amarilla", de Marta Sanz
Hace 1 día
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