Un Refugio en las Palabras: Quizás

viernes, 22 de agosto de 2008

Quizás

Quizas si dejara que hablaran el resto de mis musculos y no hiciera caso solo al corazon sería capaz de asumir la dura realidad de que nunca podré entrar en tu cama y que jamás me invitarías a una visita guiada por tu cuerpo.
Quizas si callase el ruido de mi alma que vocifera a viva voz que soy lo que te mereces y que no hay nadie mejor que yo para ti; sería capaz de escuchar cada signo y cada palabra que me ofreces haciendo mas fuerte y evidente la tremenda certeza de saber que solo soy una de las personas mas importantes de tu vida, pero nada mas.
Quizas si no te amara tanto, no me volvería loco cada vez que te tengo a mi lado; quizas no sintiera escalofríos cada vez que me tocas;quizas no se me erizaría la piel cada vez que te acercas para preguntarme algo en voz baja; quizas no lloraría cada vez que te vas; quizas dejaría de escribir sobre ti para empezar a pensar en mi;quizas no daría tanto valor a cosas que no lo tienen, como una mirada, un mensaje, un gesto o un presentimiento de que algo está cambiando en ti, cuando, por desgracia, nada ha cambiado.
Quizas si no fuera tan cobarde hablaría contigo sin tapujos para hacerte entender que te quiero como nunca te han querido, y te lo he dicho con el sol de cada dia; que te quiero mas que a nadie y mas que a nada, y te lo he dicho con cada mirada, con el viento y la veleta, que te quiero sobre todas las mujeres y que no hay nada que hacer.
Quizas si no fuera yo mismo podría mandarte tan lejos como el olvido y podría irme alli donde nunca pudieras encontrarme y lo suficientemente rapido para que no pudieras seguirme; y conseguir asi ofrecerte lo que me pides, no quererte.
Quizas si en vez de estar escribiendo estubiera preocupandome de cómo dejar de quererte se me quitaría el nudo del estomago, podría dormir esta noche y, quien sabe?, quizas hasta sería capaz de sonreir.
Quizas, si todo esto fuera posible, si yo fuera mas fuerte; si tu no fueras tu, si yo no tuviera un corazon tan infectado de tu sonrisa; si mi vista no percibiera lo preciosa que eres y mis manos perdieran el tacto para ser immunes al roce de tu piel; quizas si se diera todo esto, podría en algún momento de mi vida empezar a dejar de quererte. Quizás.

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