Un Refugio en las Palabras: I'm Coming

viernes, 13 de mayo de 2011

I'm Coming

Cerré la puerta auto convenciéndome que jamás volvería aquí. Creí que mi vida había dado un giro tan importante que no volvería a hacerme falta perderme entre los cuatro márgenes de los papeles que forman las paredes de cada habitación de este lugar.

Le di la espalda a mis palabras creyéndome mejor de lo que un día fui, y desprecié a las ideas que cada noche orbitaban en mi cabeza porque consideraba que me había vuelto inmune a todas aquellas “tonterías” que siempre me habían traído hasta aquí.

En realidad, nada ha cambiado. Mi futuro sigue siendo el mismo que era ayer y el mañana me seguirá esperando donde hoy lo dejé. Yo sigo siendo, en esencia, lo que siempre fui y nunca pude esconder entre mis escritos. El corazón recompuesto con acentos y exclamaciones que acentúan los sentimientos mas banales hasta convertirlos en dramas de un capítulo.

He vuelto allí donde mis angustias se comparten con la gente que se asoma a la ventana de este rincón en el que nunca deje de estar. Solo huí, porque empecé a creer que de tanta bofetada me había vuelto inmune a las manos que no me acarician. Creí ensordecer ante las palabras lanzadas por labios que nunca me quisieran besar. Y empecé a olvidar que unos pechos son la mejor almohada donde dormir y confundirlos con pezones que solo sirven para pellizcar mientras se folla.

Después de días mirando por la ventana y ver todas esas entradas que construí con mi propia vida, decidí entrar y volverme a sentar en aquel techo aguardillado donde tanto he aguardado a la Luna cuando la noche encapotaba mi llanto.

Levante el felpudo en el que tantas mujeres han sacudido sus penas, recogí la llave escondida a plena vista y abrí de nuevo Mi Humilde Refugio. Y Aquí estoy, como siempre he estado recordando una historia que acabo antes de empezar y que solo servirá para rellenar otro folio todo el cariño que quise volver a dar a quien no lo quiso recibir.

Pero así soy, creyendo ver estrellas que me iluminan donde solo hay una farola lejana; mares donde nadar desnudo donde solo hay charcos de lluvia sucia; camas donde dormir abrazado a la luna donde solo hay restos de una manta que nunca dio calor; besos en sonrisas que solo buscan ser escuchadas y sonrisas en muecas que no quieren decir nada.

Así que, si, estoy de vuelta. Sentado desnudo en la terraza con el sabor fresco de una alhambra deslizándose por mi garganta y mirando a la luna. Pensando que es mas corto el camino que habría que recorrer para llegar a una estrella que el que hay que andar para llegar a los labios que me encantaría estar besando.

Gracias por leer

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