Un Refugio en las Palabras: Cicatrices que se abren

lunes, 30 de agosto de 2010

Cicatrices que se abren

Ha vuelto mas de un año después aquella presión en todo el estomago que casi había olvidado. Sin haberme mirado al espejo, podría decir, casi sin miedo a equivocarme que mi sonrisa ha perdido, almenos, el 90 por ciento de su sinceridad, y ya vuelve a ser lo que un día tanto odié, una mueca forzada para evitar preguntas que no quiero responder.

Me propuse esta hazaña como un reto, otra batalla más que contar y recordar, y de veras pensé que saldría ileso, pobre Iluso. Volvieron a sangrar las mismas heridas de siempre con cada sonrisa de su boca; dolieron, aun mas, las risas provocadas por mi lengua afilada; ardieron hasta casi morir las veces que, sin querer, se volvieron a cruzar nuestras miradas y volvió a destrozarme por dentro el remordimiento de no saber si hago lo correcto.

Un año y algunos meses construyendo un muro infranqueable alrededor de mi órgano mas indefenso. Con ilusiones renovadas, con débiles bloques de confianza que se tambaleaban nada más ponerlos. Rodeando el corazón de centinelas ciegos inmunes a sus miradas; con arqueros sordos que no se encandilaran con su voz, y con la caballería mas veloz para poder huir si, por un solo momento, hubiera pensado en acercarme a ella. Un año entero de experiencias, momentos, sucesos en los que ella ni apareció, y que parecía ser el año en que conseguiría dejar de sentir esta condena que oprime el alma para no dejarme mirar hacia delante; tantas risas, tanta novedad, algún que otro beso robado, alguna caricia clandestina, incluso llegue a pensar que ya no sentía lo que siento.

Un año levantando una muralla para que en la primera mirada de un amanecer de verano, todos los recuerdos que había encerrado en lo mas profundo de mi, escaparan formando una ola que convirtió mi castillo en arena tan fina como la de las playas del puerto de santa maria.

Ya no se como actuar, ya no se si marcharme durante años para que el tiempo haga su trabajo y nos coloque tan lejos como el cielo y el mar para no poder volver a encontrarnos. Ya han vuelto las lagrimas secas que creí haber gastado y la rabia de saber que haga lo que haga el pasado siempre volverá para recordarme que jamás podre tener lo que en mi vida mas he amado.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Siempre hacia adelante, Germán. Seguro que eres mucho más fuerte de lo que te sientes ahora; sólo viendo cómo eres capaz de expresarte, apostaría a que sí.

Un abrazo,

Lorena

German dijo...

Gracias Lorena, el problema es que, aunque mire hacia delante, me temo que, de alguna manera u otra, aparecerá. por eso quiero seguir hacia delante pero lo mas lejos posible. Lo malo es que, hoy por hoy, eso es imposible. Pero bueno, supongo que todo se pasa, quizás un año no ha sido suficiente para dejar de sentir.

Un besazo niña, y gracias por leerme y tener siempre palabras de animo. Muacks!